¿Se acabó la separación de la iglesia y de la ciencia? ¿Las neurociencias pueden
ayudar a renovar al liderazgo cristiano?
Necesitamos una nueva comprensión espiritual. Una nueva forma espiritual de
entender el liderazgo cristiano, una nueva visión de la misión de la iglesia porque
las viejas fórmulas, la antigua manera de liderar se agotó con el paso del tiempo.
No renegamos ni criticamos las antiguas maneras en las cuales nuestros antecesores
en el liderazgo de la iglesia lo hicieron, simplemente con el paso del tiempo,
de la llegada de nuevas épocas, de los avances cientícos y la cultura, se nos
impone actualizar nuestras formas de liderazgo.
Cambió el mundo, tenemos que cambiar nosotros para ser los líderes que impacten
con el Evangelio esta generación, y lo que aún es más importante: somos los
líderes bisagra entre dos tiempos absolutamente diferentes, pero con el mismo
Evangelio.
El nuevo paradigma con el que desarrollaremos nuestro liderazgo nos ayudará a
penetrar en lo más profundo de las tinieblas de este mundo, y nos volverá efectivos
en nuestra misión de salvar a los perdidos, cumpliendo de esta forma con el
mandato de la Gran Comisión dada